17 de agosto de 2011

El moquillo.

Moquillo, enfermedad aguda y peligrosa de los perros y otros animales, semejante a la gripe en el hombre. En general, ataca a animales de entre dos meses y un año de edad, aunque pueden padecerla perros más adultos. La enfermedad suele terminar con la muerte; incluso aunque la víctima se recupere; como secuela puede padecer corea o mal de san vito, una enfermedad caracterizada por convulsiones musculares incontroladas, y otras enfermedades nerviosas.
La principal causa del moquillo en los perros es un virus filtrable, pero es frecuente que la enfermedad se complique por infecciones bacterianas secundarias. El moquillo es muy contagioso, y se cree que el virus es transmitido por microgotas transportadas por el aire, las cuales se inhalan. Los primeros síntomas de la enfermedad son fiebre, estremecimientos, estornudos, cansancio, y secreciones bucales y nasales. Si la enfermedad continúa, pueden aparecer neumonía, convulsiones, corea, y parálisis. La duración de la enfermedad llega a ser de unas cuatro semanas, si el animal consigue sobrevivir tanto tiempo, y en las fases finales la víctima puede encontrarse muy debilitada. Hay que mantener al perro afectado caliente, seco y tranquilo, y deben suministrársele pequeñas cantidades de alimentos fáciles de digerir, como leche, yemas de huevo crudas y caldo de carne. Durante la convalecencia hay que evitar la sobrealimentación y el exceso de ejercicio. No hay ninguna medicina que cure el moquillo, pero sí sueros y antibióticos que, administrados por un veterinario, ofrecen protección contra las infecciones secundarias.