13 de marzo de 2012

Uso de detector de droga obsoleto

Uso de detector de droga obsoleto provoca 1,250 cacheos ilegales
Gobierno gastó 408 mdp en el artefacto GT 200; su uso motivó 32 recomendaciones de Derechos Humanos.
El GT 200 marcaba que la camioneta de Roberto estaba llena de droga, tras abatirlo y revisarla no hallaron un solo gramo
 
El gobierno federal y distintas administraciones estatales han invertido más de 345 millones de pesos en la adquisición de mil 161 aparatos denominados Detector Molecular GT 200, una especie de varita mágica que indica dónde hay y quién tiene drogas, armas y explosivos.
Científicamente la efectividad de este aparato no está demostrada y la empresa inglesa que lo fabrica, Global Tecnical LTD, está siendo investigada por un fraude en Gran Bretaña.
El uso de este aparato en México está relacionado con mil 250 cateos ilegales y la muerte de una persona desde que fueron adquiridos, en 2008. Todas documentadas en 32 recomendaciones por violaciones a derechos humanos, como son privacidad, integridad, seguridad personal y legalidad y seguridad jurídica.

Incluso la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió el pasado 5 de agosto una recomendación en la que solicita la interrupción del uso de este detector.
Marat Paredes Montiel, segundo visitador general de la CNDH, explica a La Razón que los cateos iniciados a partir del uso de este aparato han derivado en la emisión de 32 recomendaciones estatales y una a nivel nacional.
Dicho detector ha sido adquirido por dependencias del gobierno federal, como la Sedena, Semar, SSP federal y PGR, así como por los gobiernos de Michoacán, Sinaloa, Guanajuato, del Distrito Federal, Chihuahua y Chiapas.
El Ejército Mexicano, por ejemplo, reconoce haber comprado 963 aparatos, todos fabricados por Global Tecnical, LTD y distribuido en México por SEGTEC, con precio unitario de 29 mil 323 dólares; es decir, ha invertido 338 millones de pesos.
El fabricante asegura que ese aparato detecta droga, armas y explosivos a 5 kilómetros de distancia y que los mil 161 que se han comprado en México le dejaron ganancias por 34 millones de dólares.
Una tomada de pelo. Luis Mochan, investigador del Instituto de Física de la UNAM, aseguró en entrevista con La Razón que estos aparatos son considerados desde la década de los 90 como “una tomada de pelo”.
Dijo que lo que prometen con el GT 200 es atractivo, pero si se analiza científicamente se vería que no sirve, pues no tiene ningún sustento científico.
“Si el aparato funcionara sería maravilloso, pero lo que dice hacer no es posible ni con ésta ni con ninguna otra tecnología. La ciencia nos parece cara, pero mira cuánto estamos pagando por la ignorancia”, dijo.
Recordó que en los 90 se cuestionó en Estados Unidos la efectividad del detector molecular, pues la Patrulla Fronteriza los adquirió convencida de que iba a identificar drogas, explosivos, delincuentes y hasta migrantes.
“El aparato que usó la Patrulla Fronteriza, esencialmente idéntico al GT 200, ahora se vende en Estados Unidos como detector de pelotas de golf y su costo es de 18 dólares”, dijo el científico.
Sobre su uso en México, Marat Paredes, visitador de la CNDH, dijo que en el 30% de los 4 mil 189 casos de allanamiento ilegal las autoridades federales se justifican al afirmar que había una flagrancia detectada por el GT 200.
No obstante, advirtió que dicha actuación es inconstitucional, pues se está invadiendo, sin orden de un juez, el espacio de intimidad de las personas. Puntualizó que el uso del GT 200 no justifica la flagrancia, por lo que las pruebas obtenidas con el aparato resultan ilegales y carecen de eficacia probatoria.
De hecho, Karla Macías Lovera, juez de Distrito en Materia Penal, en Veracruz, ordenó la libertad de Ernesto Cayetano al desechar las pruebas que en su contra se obtuvieron con el uso del GT 200.

La antena lo señaló y le dispararon

Roberto Isaías Ligonio de la Cruz, estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica de Campeche, fue abatido de un tiro por infantes de la Marina, en Tabasco.
Los marinos estaban convencidos de que el joven transportaba enervantes en su camioneta, así lo marcó el detector molecular GT 200. Tras la balacera, los infantes revisaron el vehículo, pero no encontraron ni un solo gramo de droga.
El caso derivó en la recomendación 61/2010 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la que llamó a la Secretaría de Marina a abstenerse de seguir usando el detector GT 200.
Según el expediente, el caso ocurrió el domingo 30 de noviembre de 2008. Eran las 01:15 horas cuando Roberto Isaías regresaba de Ciudad del Carmen, donde vendía frutas para pagar su universidad.
Viajaba en una camioneta roja, placas VM-17-862 de Tabasco. Al llegar a Ciudad Frontera, municipio de Centla, personal de la Marina le marcó el alto, pero no se detuvo, lo que originó una persecución.
Los marinos dijeron haber alcanzado la camioneta en la esquina de Justo Sierra y Galeana, pero no lo pudieron detener, por lo que hicieron “disparos de advertencia al aire en legítima defensa”, y continuaron la persecución.
Dos calles adelante hallaron el auto impactado en una casa, el conductor tenía un balazo en la cabeza y, aunque fue llevado a un hospital, murió.
Tras analizar el caso, la CNDH determinó que los marinos vulneraron los derechos humanos a la vida, a la integridad y seguridad personal, y a la legalidad y seguridad jurídica. Y es que hicieron un uso arbitrario de la fuerza pública, alteraron la escena del hecho e incurrieron en el ejercicio indebido de la función pública.
La recomendación está parcialmente cumplida, pues no se ha informado si los marinos están presos, además de que continúan utilizando el aparato. Así lo reconoce la Semar en el comunicado 121/2011, en el que dice que gracias al GT 200 se identificó un cargamento de droga, en Puerto Peñasco, Sonora.
Fuente la razón.

1 comentario:

  1. El Detector de Drogas, se utiliza como una herramienta para revisión de vehículos en retenes carreteros, puntos de revisión y cruces fronterizos donde tambien se puede utilizar como detector de explosivos y armas de fuego.

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