9 de abril de 2012

Tipos de mordida en el Staffordshire Terrier

AMERICAN STAFFORDSHIRE TERRIER - FUNCIONALIDAD DE LA CABEZA Y TIPOS DE MORDIDA

FUNCIONALIDAD DE LA CABEZA Y TIPOS DE MORDIDA - AMERICAN STAFFORDSHIRE TERRIER

Es un debate corriente entre la parte de nuestra sociedad aficionada a los perros discutir si estos son carnívoros u omnívoros.

Dado por otra parte que el perro lleva junto al hombre más tiempo que los aproximadamente 14.000 años en que el ser humano empezó a alimentarse de lo que pastoreaba y cultivaba, es inevitable, además de lógico, establecer paralelismos entre la alimentación de ambos. El perro lleva todos estos cientos de años comiendo las sobras de nuestra comida, ya que la alimentación moderna a base de preparados comerciales es menos nueva que la moda de alimentarles de comida cruda, cosas ambas que el perro doméstico lleva milenios sin hacer.


La cabeza del perro no constituye solamente un elemento que distinga a una raza canina de otra. En ella, y con el complemento del análisis de su sistema digestivo, podemos colegir cual es su sistema de alimentación más lógico e incluso deducir muchos hábitos de vida.
 
Hoy nos limitaremos a analizar sus tipos de dentadura, de agarre y poco más.
GENERALIDADES
Todos los mamíferos han amoldado sus dientes a las funciones que tienen que efectuar y a su particular manera de alimentarse. Entre los carnívoros existen gran número de especies, pero en todas existen unas piezas dentales, el último premolar superior y el primer molar inferior, llamadas carniceras, especializadas en seccionar carne, funcionan como una guillotina o como unas tijeras, permaneciendo la carnicera superior por el exterior de la inferior cuando se cierra la boca.
Los carnívoros además precisan elementos para inmovilizar y dar muerte a sus presas y esos instrumentos son los caninos o colmillos que suelen ser de gran tamaño con objeto de poder desempeñar su función. Pero se da la circunstancia que otros muchos animales cuya dieta es preferentemente vegetariana también tienen los caninos incluso más desarrollados para cumplir una función intimidatoria y defensiva. En los carnívoros especialistas, o exclusivos, las piezas carniceras están muy desarrolladas y posteriormente a ellas no existe ninguna otra, exceptuado un barrunto de molar arriba. Algunos, como las hienas, han conseguido un gran tamaño en el último premolar de arriba y en su correspondiente inferior que destinan a su especialización de desintegrar huesos.
Pero no todos los carnívoros están tan especializados como los felinos y las hienas. Existen muchos animales que, aunque son preferentemente carnívoros, se pueden considerar omnívoros (omnívoros preferentemente carnívoros), capaces de alimentarse de casi cualquier tipo de alimento y, por lo tanto, con sus dientes y sistema digestivo adaptados a la variedad. Los mustélidos (tejones, nutrias, garduñas, martas, visones, etc.), los cánidos (todo tipo de zorros, lobos, licaones… perros), los úrsidos (osos), los vivérridos, etc. Todos estos animales muestran unos molares ubicados detrás de las piezas carniceras que lucen zonas de masticación en vez de aristas agudas a la manera de los carnívoros puros e incluso las muelas carniceras inferiores tienen una parte anterior ligeramente cortante y otra posterior no cortante.
Esto indica que están perfectamente capacitados para incluir en su dieta componentes vegetales de más difícil asimilación y que necesitan ser masticados, insalivados y predigeridos antes de entrar en la digestión propiamente dicha.
A esto se añade que estos últimos animales, el perro entre ellos, cuentan con mayor número de piezas dentales que el animal omnívoro por excelencia, el hombre, nosotros.
Nosotros tenemos 32 piezas, contra las 42 de los perros. ¿Son los perros más omnívoros que nosotros? Si nos guiamos por su dentición, sí, si nos guiamos por su sistema digestivo, no.
Tenemos que estudiar la boca, lo mismo que el sistema digestivo, dentro de un concepto global de supervivencia, para poder comprender, incluso, algunos comportamientos instintivos relacionados con la caza y la alimentación.
TIPOS DE MORDIDA
 
Mordida en Tijera: Los incisivos de la mandíbula inferior quedan ajustados por detrás de los de la mandíbula superior.
Los caninos (colmillos) cruzan en forma de tijera.
Los premolares y molares caen ajustados unos encima de los otros para poder romper huesos y moler en caso necesario. No hay contacto en ninguna de las piezas dentales.
Tenaza o Bisel: Los incisivos superiores se apoyan totalmente sobre los inferiores, suele ocasionar un desgaste excesivo de los incisivos. Es un intermedio entre tijera y prognatismo. Los caninos no se cruzan o se cruzan muy levemente.
Prognatismo: La mandíbula inferior se encuentra adelantada y supera a la mandíbula superior. Los caninos no se cruzan en tijera, sino que quedan separados en mayor o menor grado según sea de exagerado el adelantamiento de la mandíbula. Los premolares y molares no se ajustan los de la mandíbula superior con la inferior, con lo que la trituración de huesos y alimentos se dificulta.
Enognatismo: La mandíbula inferior se encuentra retrasada respecto a la superior, es un defecto tanto más grave cuanto más acentuado sea. Es lo contrario al prognatismo. Produce una mordida muy débil. Es incorrecto en todas las razas.
LA MASTICACIÓN Y EL AGARRE
La masticación es el proceso por medio del cual los alimentos son triturados por medio de la presión y desgarro de los dientes alojados, por una parte, en una pieza móvil, la mandíbula, contra otra base fija, el maxilar.
Los movimientos de la mandíbula durante la masticación son complejos y en ellos intervienen a efectos kinesiológicos gran cantidad de músculos, pero a efectos prácticos solamente no interesan dos grupos: los maseteros, a ambos lados de la mandíbula, y los temporales, situados en la parte superior del cráneo. Ambos músculos acomodados simétricamente en ambos lados de la cabeza.
Por otra parte la fuerza que ejerce un músculo depende directamente del número de fibras musculares, es decir: del grosor.
Los músculos temporales tienen a este respecto una limitación física muy clara: que tienen que pasar a través de la fosa temporal y el diámetro de esta marca el máximo grosor que puede alcanzar.
En el Am Staff los arcos cigomáticos que constituyen el límite lateral de cada una de las fosas temporales están muy separados, no obstante estos músculos no son los responsables máximos de la fuerza de la mandíbula del American, puesto que este carece de cresta sagital en el centro de la cabeza.
En cambio las ramas laterales ascendentes de las mandíbulas están situadas muy altas y son muy planas, con grandes superficies de sustentación muscular que acentúan la potencia de los músculos maseteros. Estos son los músculos que, por su exagerado desarrollo, son parte importante de la tipicidad de la cabeza del AST.
El gran desarrollo de la musculatura temporal hace que el cráneo parezca relativamente corto y los arcos cigomáticos sean bastantes amplios y estén separados dorsalmente a lo largo de la sutura sagital. El cráneo, a consecuencia de la carencia de relieve de la cresta sagital, es convexo en ambas direcciones y relativamente más largo que la cara a causa principalmente que la cresta sagital, al contrario que en otras razas, no se distingue y los músculos temporales están separados por una tira ósea ligeramente hundida entre ambos músculos de aproximadamente un centímetros de ancho. Los músculos temporales en el Am Staff son casi planos, pero muy amplios a lo ancho.
En cuanto a las mandíbulas: estas son muy robustas como necesidad del hueso de resistir las grandes tensiones originadas por el acentuado esfuerzo de la presa.
ANÁLISIS DE LA DENTADURA
 
La parte delantera de la boca del perro, incisivos y caninos, no tienen misión masticadora, los incisivos, que son de tamaño pequeño en los carnívoros especialistas y en los omnívoros, no se usan prácticamente, por eso tienen tan poco tamaño. Los usan los herbívoros. Los caninos o colmillos, la parte más espectacular de la boca, solamente tienen una misión de “presa” en los predadores carnívoros y omnívoros, y defensiva e intimidatorio en algunos animales vegetarianos. Por eso tienen un gran tamaño. No intervienen en la masticación o intervienen muy poco.

Los carnívoros puros, de los que son los mejores representantes los félidos, tienen unas muelas carniceras muy desarrolladas y son las últimas piezas de la dentición, aunque arriba queda por detrás un vestigio de molar. Ellos no mastican: trocean, excepto los huesos a los que trituran.
Los carnívoros puros tienen solamente treinta piezas dentarias.

Los cánidos (y los mustélidos y los úrsidos) en cambio presentan unos molares situados por detrás de las muelas carniceras que ofrecen superficies de masticación en vez de filos cortantes. Incluso las muelas carniceras inferiores tienen una parte anterior más o menos cortante y la posterior no cortante. Esto indica las posibilidades de una alimentación mixta.
Existe un pequeño espacio interdental entre el canino y el primer premolar. El alvéolo para el cuarto premolar superior es grande, al igual que el alvéolo para el primer molar inferior, ya que estos se articulan con las muelas carniceras.

Hay que hacer notar que los perros no son omnívoros en el sentido estricto de la definición: son carnívoros oportunistas. La alineación correcta de los dientes es la que va unida a la mordida en tijera. Los perros prognatos, aparte de los problemas respiratorios que presentan, tienen desalineados todos los demás dientes: premolares y molares, eso es un factor que incide en algunos problemas digestivos por problemas de masticación.

Aún hay otros carnívoros que presentan otras peculiaridades en su dentición: las hienas. Las hienas han añadido al repertorio dental de los félidos un gran desarrollo cónico en el penúltimo premolar de arriba y abajo que tienen como única misión destrozar los huesos.
 
Los perros también los tienen, aunque no tan desarrollados. Los premolares no se usan en la masticación más que para los huesos y ternillas duras.

Los perros adultos normales presentan 42 dientes. En el maxilar superior seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y cuatro molares, y en la inferior seis incisivos, dos molares, ocho premolares y seis molares.

Los cachorros tienen 32 dientes. Aparecen alrededor de la tercera semana, empiezan a caerse en la decimocuarta y los permanentes crecen antes de finalizar el séptimo mes. La mayor parte de los dientes permanentes sobresalen de las encías antes de finalizar el quinto mes.
Nosotros tenemos menor número de piezas dentales que los perros y más que los carnívoros estrictos: 32 piezas. Los mustélidos tienen variación de dientes, la comadreja (que pones como ejemplo) tiene 32 dientes. Los osos pardos (omnívoros) y los osos polares (prácticamente carnívoros) tienen 42 dientes.
FUNCIONALIDAD
 
En el perro, con respecto a la funcionalidad de la mordida, podemos considerar dos tipos básicos y muchos intermedios. Partiendo de la cabeza equilibrada (la que podríamos considerar normal), es decir la cabeza que tiene el hocico y el cráneo de más o menos la misma longitud, vemos dos tipos de maneras de aumentar el “daño” de la mordida.
 
Uno por presión y otro por desgarro:
 
·                                 El primero es el seguido por los perros con cabeza tipo moloso o molosoide, de los cuales son algunas variantes representativas la del Rottweiler, el Pit Bull, los dos Stafford y en general todos los molosos o molosoides no prognatos. Es una cabeza en la que se conserva la longitud del hocico, aunque existe la tendencia al acortamiento, y se aumenta el tamaño del cráneo. Con eso no se penalizan las capacidades respiratorias y olfativas inherentes al hocico de tamaño medio y se consigue aumentar la potencia de la mandíbula al aumentarla superficie de las inserciones óseas y la musculatura del cráneo con consecuencias de mayores tamaños de los maseteros y temporales. Es una mordida totalmente sana, de tipo tijera con pocas desviaciones de ella. No obstante estos perros no destacan en general por la longitud de sus dientes y sí por la gran base e implantación robusta  que ellos tienen. Hacen daño por presión, no por desgarro.
·                                 El otro tipo de cabeza “normal”, tipo lupoide y bracoide, corresponde a los Pastores Alemanes, Belgas, Dobermann, en general a todos los tipos de perros de caza. Son perros con grandes capacidades olfativas y respiratorias. Hacen daño por desgarro, no tanto por presión. No fijan tanto la mordida, pero producen más daño “abierto”.
 
Después nos vamos a cabezas más “extremas”:
 
  • Por un lado las cabezas de tipo alargado y estrecho, tipo graioide (lebreles). Con medianas capacidades olfativas y gran poder de dispersión del calor, pero con menos potencia de mordida.
  • Por otro las de hocico corto, con prognatismo. Estas cabezas corresponden a un diseño antinatural en los mamíferos; es decir: no se dan en mamíferos carnívoros en estado puro en libertad. Se ha intentado, y conseguido, por medio de la manipulación del hombre mejorar la potencia de la mordida a través prognatismo. Se ha logrado a costa de perder facultades respiratorias (por elongación del paladar blando, entre otras causas) y en consecuencia resistencia física y capacidades olfativas. Un ejemplo no excesivamente exagerado es el del Bóxer, el Bull Dog francés ya es más prognato y el Bull Dog inglés es el caso extremo de prognatismo. A estos tipos de mordida les suelen corresponder dientes débiles y bocas incompletas y en muchos casos supernumerarios y en casi siempre irregulares.
Por supuesto hay muchos más ejemplos que poner de cada caso y de intermedios entre ellos:
 
  • El Bull Terrier es un ejemplo atípico que participa de los beneficios de ambos tipos de mordida, por presión y por desgarro. Tiene una gran y especial cabeza, de gran solidez ósea, aunque de músculos planos, lo que le da gran potencia y una boca muy bien armada debido al tamaño de los dientes.
    No creo que a nadie le gustara que le mordiera con ninguno de los dos tipos de mordida. Por poner un ejemplo: uno apretaría, el otro cortaría, uno funcionaría como unos alicates, el otro como unas tijeras. Si nos cogieran del cuello (lo que espero que no suceda) uno nos estrangularía, el otro nos rasgaría la yugular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario