Es quizás sorprendente que
exista poca conciencia en el comportamiento agresivo dirigido hacia
otros perros. Perros que son agresivos con los perros (valga la
redundancia) son usualmente amigos con las personas, aparte se da
ocasionalmente la agresión depredadora en donde un perro grande puede
atacar a otro pequeño, existen dos causas de peleas entre perros, una
es la falla de los perros por establecer y mantener una paz regulada
por una relación dominante - subordinado. La otra es la tendencia
innata de los perros particularmente de los que no se conocen, para
entrar en peleas con miembros de su propio sexo. El último problema es
especialmente prominente en machos y es denominado como agresión entre
machos aunque ocasionalmente encontramos hembras agresivas con otras
hembras. El comportamiento agresivo hacia otros perros puede ser una
manifestación territorial.
En muchos casos en donde dos
perros viven juntos, uno será el dominante y el otro será el
subordinado. La dominancia es frecuentemente determinada por quien es
más grande, otros factores también influencian, como que perro ha
vivido más tiempo en el lugar, la dominancia es expresada y reforzada
por expresiones faciales, posiciones corporales y contacto visual. El
perro subordinado frecuentemente reconoce estas señales de dominancia y
desvía la mirada del perro dominante, baja la cola y asume una
posición corporal meno a la que en realidad tiene. Existen suficientes
señales sociales para que los perros no peleen, las señales pueden ser
sutiles de tal manera que los propietarios pueden no darse cuenta cual
de los dos perros es el dominante. Cuando los perros están alrededor
del propietario, es la meta de ambos perros obtener la atención del
dueño. Debido a su posición el perro dominante espera ser el primero en
recibir la atención del propietario. El perro subordinado también
posee un fuerte deseo de obtener alguna interacción con el dueño, en
muchos casos, el perro dominante le gruñe o amenaza, incluso intenta
morder al subordinado para alejarlo. En este punto es donde la
expresión de favorecer al “pobrecito perro” entra en escena. Los dueños
generalmente castigan al perro que inicio la agresión el cual es, por
supuesto, el animal dominante, no toma mucho tiempo al subordinado
darse cuenta que la presencia del propietario lo protege del perro
dominante, motivo por el cual el subordinado siente que puede tomar la
posición dominante e incluso retar al perro líder para tomar la
atención y afecto del dueño. Tal acto de “insubordinación” puede llevar
a una pelea grave entre ambos perros. El propietario puede actuar de
manera equivocada y castigar aún más al perro dominante sacándolo de la
casa, esto provoca que el perro dominante esté más resentido y
agresivo hacia el subordinado, ya que el líder asocia al otro perro con
desplazamiento. Un ejemplo es el de el “síndrome del hermanito nuevo”,
en donde una familia posee a un perro, que por lo general es de talla
pequeña, cuando este comienza a envejecer, los propietarios deciden
adquirir a un nuevo perro, sin pensarlo mucho compran un perro de talla
mayor como podría ser un Boxer o un Cobrador de Labrador. Inicialmente
el perro viejo es el favorito, es el dominante sobre el cachorro, pero
cuando el tiempo pasa y cuando el cachorro madura tendrá una ventaja
por el tamaño sobre el perro viejo y finalmente será el dominante, esto
provocara un cambio en la relación de jerarquías incluso sin que los
dueños lo noten, sin embargo, el perro pequeño notará que en la
presencia del dueño el continuara siendo el favorito y tratará de estar
por encima del perro grande cada vez que los dueños estén presentes.
Entonces el perro grande se vera forzado a atacar al perro viejo en
esas circunstancias los dueños se sorprenderán del problema ya que
anteriormente los perros se llevaban bien.
Tratamiento de las peleas entre del mismo sexo
Para tratar el problemas es
importante que el propietario comprenda que las relaciones sociales
entre los perros no pueden ser manejadas de la misma manera que las
relaciones sociales humanas. Esto puede evidenciarse por ejemplo, en
que es natural para los perros aceptar un papel ya sea dominante o
subordinado, y para el perro dominante reforzar regularmente esta
posición con gestos de amenaza o castigo físico y para el subordinado
responder sumisamente a estos gestos. La aproximación terapéutica
involucra determinar cual es el perro dominante, si esto no está claro
para el propietario. Los dueños tienen que investigarlo observando a
los perros mientras que éstos no perciban que son observados. El animal
que toma el hueso, que sube primero al automóvil o que parece
controlar los mejores lugares de descanso, es muy probable que sea el
dominante. El dueño debe entonces tratar al perro dominante como el
animal principal cuando estos son acariciados después de una ausencia.
El perro dominante debe tratarse con privilegios que son resultado de
su posición dominante, por ejemplo, cuando se sale a caminar con los
dos, al perro dominante se le debe colocar primero la correa y sacarlo
antes, debido a que los perros intervenían en el pasado el perro
subordinado puede tratar de pelear para atraer la atención del dueño
cuando este los saluda o en otros momentos de interacción con el dueño,
el dominado debe ser aislado o castigado para que no se sienta
protegido en la presencia del dueño, en esencia el perro subordinado
debe aprender que debe obedecer a las señales del perro dominante así el
dueño este ausente o presente, ya que generalmente los perros se
llevan bien cuando el dueño no esta presente.
Mantener a los perros
separados cuando se presenta este problema no aminora la dificultad,
realmente se requiere de la intervención para resolver este problema,
por supuesto la pregunta es como poner a los perros juntos sin que se
presente una pelea, en algunos casos el colocarles un bozal o el uso de
tranquilizantes mientras se resocializan puede ser útil. Se recomienda
a los propietarios que no jueguen con los perros mientras se inicia la
terapia para no excitarlos en relación a la atención al dueño.
Este tipo de agresión es la
única justificación que se tiene de agresión para utilizar la
gonadectomía del macho dominado remarcando que existe solo un 60% de
efectividad en los resultados.
En el caso de las peleas con
perros extraños, muchos perros son indiferentes a los perros extraños o
interactúan rápidamente entre ellos para establecer entre ellos, al
menos temporalmente una relación dominante/subordinado, algunos perros
reaccionan inmediatamente a los perros extraños con peleas. La
castración también esta indicada en este caso ya que esto provocara una
menor estimulación de la testosterona así como un cambio en el olor de
los machos y por lo tanto un estimulo menos provocativo para otros
machos.
El tratamiento deberá ser supervisado por el médico veterinario así como los fármacos que se prescriban.
Fuente: Mvz. Ernesto Avila Escalera
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